Hemos avanzado, pero todavía más de un millón de personas en el Perú vive en situación de pobreza extrema. Para erradicar la pobreza en todas sus formas, es indispensable enfocarnos en las personas más vulnerables, aumentar el acceso a servicios básicos e infraestructura, y construir resiliencia en las comunidades más vulnerables a conflictos y desastres relacionados con el clima.

Este ODS busca terminar con el hambre, lograr la seguridad alimentaria, la mejorar la nutrición y promover la agricultura sostenible. En el Perú, el índice de desnutrición crónica se ha reducido en 6.4 puntos porcentuales en los últimos cinco años, pero aún tenemos mucho trabajo por hacer.

A pesar de los avances logrados, a nivel mundial, miles de menores fallecen a diario debido a enfermedades prevenibles, y cientos de mujeres mueren todos los días durante el embarazo o el parto en zonas rurales. El objetivo es lograr que toda persona, viva donde viva, tenga acceso a servicios de salud, medicamentos y vacunas.

La consecución de una educación de calidad es la base para mejorar la vida de las personas y el desarrollo sostenible. El ODS 4 busca garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.

Ha sido demostrado una y otra vez que empoderar a las mujeres y niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo a nivel mundial. Por eso el ODS 5 busca lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas, poniendo fin a cualquier tipo de violencia de género.

En el Perú el 65% de la población se encuentra en la costa, donde solo se dispone del 2% del agua del país. Además, 8 millones de personas no tienen acceso a agua potable. Para poder hacer frente a esta problemática es indispensable garantizar la gestión sostenible del agua y saneamiento.

La población mundial, y la del Perú, van en aumento y por lo tanto, aumenta también la demanda de energía accesible. Expandir la infraestructura y mejorar la tecnología para contar con energía limpia en todos los países en desarrollo, es un objetivo crucial para estimular el crecimiento y a la vez ayudar al medio ambiente.

Este objetivo apunta a estimular el crecimiento económico sostenible a través del aumento de los niveles de productividad y la innovación tecnológica. En el Perú donde la informalidad laboral llega a un 70%, afectando directamente su productividad como país, debemos fomentar la formalización y crecimiento de pequeñas y microempresas, promover políticas orientadas a la creación de puestos de trabajo decentes, el emprendimiento, la creatividad y la innovación.

La inversión en infraestructura y la innovación son motores fundamentales del crecimiento y el desarrollo económico inclusivo. Esto representa una gran oportunidad para los negocios que se comprometan con una industrialización sostenible y promuevan la innovación en sus operaciones.

En los países en desarrollo, la desigualdad va en aumento. Para tener una sociedad más igualitaria, es necesario adoptar políticas sólidas que empoderen a quienes se encuentran en la escala de ingresos más baja, promover negocios inclusivos, mejorar la regulación, el control de los mercados y las instituciones financieras.

En el Perú el 76.6% de la población vive en zonas urbanas. No vamos a poder alcanzar el desarrollo sostenible sin transformar radicalmente la forma en que construimos y administramos los espacios urbanos. Mejorar la seguridad y la sostenibilidad de las ciudades implica garantizar el acceso a viviendas seguras y asequibles y el mejoramiento de los asentamientos humanos.

Para lograr crecimiento económico y desarrollo sostenible, tenemos que pensar en el impacto de lo que producimos y consumimos y, sobre todo, en cómo lo hacemos. Tanto el uso eficiente de los recursos y materiales, como la gestión adecuada de sus deshechos, son aspectos cruciales para lograr este objetivo. Debemos cambiar nuestros patrones de consumo y producción para migrar a unos sostenibles al año 2030.

No hay país en el mundo que no haya experimentado los dramáticos efectos del cambio climático. Para el Perú las consecuencias están siendo enormes y constantes, afectando sobre todo a las poblaciones más vulnerables. Para cumplir con este objetivo es necesario que tanto organizaciones como personas seamos conscientes de nuestro impacto, hagamos uso eficiente de la energía y reduzcamos nuestra huella de carbono.

Miles de familias en el Perú dependen del mar como medio de vida. Sin embargo, el 30 por ciento de las poblaciones de peces del mundo está sobreexplotado, alcanzando un nivel muy por debajo del necesario para producir un rendimiento sostenible en el tiempo. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible generan un marco para ordenar y proteger de manera sostenible los ecosistemas marinos y costeros.

La vida humana depende de la tierra tanto como del océano para su sustento y subsistencia. La flora provee el 80 por ciento de la alimentación humana y la agricultura representa un recurso económico y un medio de desarrollo importante. Es urgente tomar medidas para reducir la pérdida de hábitats naturales y la biodiversidad, que son parte del patrimonio común de la humanidad.

Los altos niveles de violencia armada e inseguridad tienen consecuencias destructivas para el desarrollo de un país, afectan el crecimiento económico y a menudo extienden agravios arraigados por generaciones. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible buscan reducir sustancialmente todas las formas de violencia y trabajan con los gobiernos y las comunidades para encontrar soluciones duraderas a los conflictos e inseguridad.

Hoy el mundo está más interconectado que nunca. Mejorar el acceso a la tecnología y los conocimientos es una forma importante de intercambiar ideas y estimular la innovación. Para lograr el desarrollo sostenible y no dejar a nadie atrás, es indispensables que los distintos sectores trabajen en conjunto manteniendo un mismo objetivo: lograr todos los objetivos anteriores.