Con la inversión más baja en educación en la última década frente a los países de la OCDE, el Perú confirma que los retos a enfrentar todavía lo superan.
Hace dos años, el Perú veía con optimismo los resultados de la última prueba PISA. Hubo mejoras en las tres materias evaluadas: matemática, comprensión lectora y ciencias. Lo que esto soslayaba, no obstante, es que en realidad nos ubicábamos en el puesto 64 de 70 y que solo subimos una posición respecto a la edición pasada (en la cual estuvimos en el puesto 65 de 65).
Si bien el sector educación tiene muchos indicadores a través de los cuales puede ser analizado, los tres componentes principales (docencia, infraestructura y currículo) están en un estado lamentable, sostiene Óscar Caipo, socio principal de KPMG.
“El 64% de los colegios requiere ser sustituido, los docentes no están bien preparados ni remunerados y el currículo es obsoleto”, apunta Caipo a Día1.
Esto va de la mano con el hecho de que el Perú ha tenido la inversión más baja en educación en la última década, frente a los países miembros de la OCDE (el promedio de inversión por alumno en el 2016 fue de US$835, según el Ministerio de Educación; mientras que el de los países más desarrollados es de US$8.000).
No obstante, basándose en la Evaluación Censal de Estudiantes que realiza el Ministerio de Educación, el director nacional de Desarrollo y Marca de Enseña Perú, Aldo Valencia, afirma que los últimos gobiernos han sabido seguir un camino que ha permitido mejorar el desarrollo de los alumnos de primaria. Situación que no se presenta para los de secundaria, sobre todo los de zona rural, donde al Estado le dificulta llegar.
“Es una llamada de alerta importante y una oportunidad para que el sector privado pueda involucrarse”, explica Valencia.
APUNTAR AL FUTURO
De acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la inversión adicional en un año de educación está asociada a un incremento promedio del ingreso por hora trabajada, de 6,9%.
En esa línea, contribuir con el desarrollo educativo del país representaría una mejora no solo social, sino empresarial y económica.
“El consumo de una sociedad que ha recibido educación de calidad es mucho más especializado, ya que comprende mejor las distintas ofertas de valor”, comentó Caipo.
Así, garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, tal como lo indica la Agenda 2030 —la cual el Perú se comprometió a cumplir— tendrá que ir de la mano con un esfuerzo en conjunto entre el sector privado y estatal para cerrar las brechas que, al menos hoy, siguen abiertas.
AGENDA 2030
Para inspirar acción alrededor de los temas de sostenibilidad que requieren de mayor atención en el Perú, la ONU, Perú 2021, KPMG y El Comercio lanzaron la iniciativa Perú por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (PODS), que busca hacer conocida la Agenda 2030.
La iniciativa tiene dos canales principales: un mix de plataformas digitales (pods.pe) que brinda información clave sobre la Agenda 2030; y un reconocimiento a los esfuerzos que los actores involucrados realizan para el cumplimento de la agenda.
(Este artículo fue publicado previamente en El Comercio)